Emoción genuina. Se notó apenas Antonio Alzamendi abrió el obsequio de Conmebol, una réplica de la Copa Libertadores que ganó con River argentino en 1986, frente a una platea colmada en la sede de Audef. «Un mimo al alma», como él mismo dijo un rato después, mientras compartía con entrenadores, muchos de ellos compañeros de carrera.
A través de nuestro gremio de Entrenadores, Conmebol quiso reconocer la gran trayectoria del Hormiga Alzamendi, figura fundamental en cada uno de los clubes que defendió durante su etapa de futbolista, y de extensa trayectoria como entrenador.
Lo dijo Ariel Longo, presidente de Audef: «Hay que poner en el sitio que corresponde a quienes han aportado para el Uruguay, no solo triunfos, sino también trayectorias» y además, «tener el emblema que tiene todo jugador y entrenador uruguayo, que deja bien sentado los prestigios del país».
Longo agregó: «En muchos países lo recuerdan, con la imagen de él haciendo un gol, festejando un título y ocurre siempre que en Uruguay somos escasos de memoria. Quisimos ser el nexo para poder homenajearlo y que sea en nuestra propia casa. Aprovechando también que la hemos mejorado un poquito, para poder brindarle a los asociados lo mejor posible».
Leer más: Conmebol y Audef le hicieron «un mimo al alma» a Antonio AlzamendiGerardo Pelusso, por su parte, manifestó: «Es un momento muy importante para todos nosotros, porque cuando se habla de Antonio Alzamendi sabemos quién es. Tuve la suerte de conocerlo como persona, como jugador, y nos tocó hacer el curso juntos en Durazno. Ahí conocí al otro Antonio Alzamendi, a la persona, divertido, cercano, buena gente, sencillo, humilde«.
Expresó que el trofeo se lo enviaba Conmebol, de parte de su presidente Alejandro Domínguez y del secretario general adjunto Nery Pumpido, como reconocimiento a «una de las leyendas del fútbol sudamericano».
Asimismo repasó tres hechos históricos en la trayectoria de Alzamendi: «Hay cosas que los futboleros de este país tenemos guardadas y te las quiero decir: el gol que le hiciste a los alemanes en el Mundial de México 86 es una de esas cosas que uno no se olvida nunca más en la vida; por si fuera poco al año siguiente le hiciste un gol a Argentina en Buenos Aires para ganarle 1-0 a los campeones del Mundo en ese momento, y llevaste a la selección uruguaya a ganar la Copa América».
«Y hay otro momento que ningún uruguayo se olvida, fue cuando le diste una de las satisfacciones más grandes al fútbol argentino, saliste campeón de la Libertadores y por si te faltaba algo, saliste campeón del Mundo con River, y como era un equipo que tenía uruguayos, todos los seguíamos. Y nada menos que en la final de la Intercontinental, hiciste el gol contra el Steaua de Bucarest para ganar 1-0 y salir campeón del Mundo», añadió Pelusso.
Luego de emocionarse con el obsequio y de recibir un estruendoso aplauso, Alzamendi pudo hablar: «Siento una gran emoción. Cuando Gerardo me llamó que tenía un reconocimiento no me lo esperaba. Imaginen lo que es recibir una Copa, aparte está preciosa y no tengo ninguna, y recibirla nada menos con el homenaje que me hace la Conmebol, y frente a tantos amigos del fútbol«.
El entrenador concurrió al acto en la sede de Audef con su esposa, dos de sus hijos y el nieto mayor.
«Estoy feliz. Es un mimo al alma para uno después de tanto tiempo. Me emocioné. Ni hablar, porque no esperaba que ese fuese el regalo», dijo.